Reivindicación de Carmen Puch de Güemes, en un nuevo aniversario de su muerte

El 3 de abril se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Carmen Puch de Güemes. Hasta no hace muchos años, se creía y afirmaba que ella sólo “bordaba en la ausencia”.

En mi trabajo “Carmen Puch de Güemes. Al encuentro de la heroína”, demuestro que, muy lejos de “bordar en la ausencia”, Carmen Puch fue una dignísima compañera de Martín Güemes, y que sin dejar de ser una amante esposa y madre, fue una patriota decidida en la tan difícil etapa en que acompañó a su esposo, gobernador de Salta y Jefe Patrio de las luchas independentistas.

Al casarse el 10 de julio de 1815, siendo ya gobernador de Salta, Güemes comunica este hecho al Gobierno Central, comentando de su esposa: “Sus virtudes morales, su acrisolada conducta y su decidido amor al Sistema de América, y demás bellas cualidades que la adornan son bien notorias a cuantos le han tratado…”

Cuando Güemes está organizando la vanguardia en Jujuy, recibe en septiembre de 1816 una carta de guerra desde Yavi de Eduardo Campero, en la que después de largas consideraciones sobre los movimientos del enemigo, le dice al final “Dile a mi brujita que será una heroína si sigue acompañándote. La historia pone en esta clase a Libia, mujer del gran germánico y a otras, que la repetición sería inútil. Exprésale que la quiero porque dulcifica tus trabajos...”. Está claro, entonces, que Carmen acompaña a su esposo en las tareas de preparación de la defensa contra la próxima invasión, “dulcificando sus trabajos”. No está “bordando en la espera”.

Hay una serie de cartas en enero y febrero de 1817 entre Güemes y Domingo Puch (padre de Carmen) donde ambos pretenden que Carmen, ya embarazada del primer hijo, vaya a Sauces, finca de los Puch en Rosario de la Frontera, para estar con seguridad ante los peligros que los territorios de guerra ofrecen, y donde es evidente que Carmen, demostrando un firme carácter, se niega.

Así por ejemplo, en una carta de Güemes a Puch, se lee “Mi amado padre: (...) Ya lo supongo impuesto de las ventajas que hemos logrado sobre los enemigos en las muchas guerrillas que hemos tenido (...). Su salida a encontrar a mi Carmencita no tendrá el efecto que Ud. desea, pero así que lleguen los caballos haré que marche a pesar de su insubordinación en esta parte”.

Carmen solamente aceptará estar “con seguridad” en mayo de ese año, ya con un embarazo de 5 meses. Y a muy poco de nacer el primogénito, estará nuevamente en los territorios de guerra, acompañando a su esposo.

Pero el testimonio fundamental de quién y cómo era Carmen Puch de Güemes, está en la historia que paso a relatar, y en la bellísima carta que ella escribe en esa dificilísima situación: de mayo a junio de 1820 se produce un nuevo avance realista, ahora al mando de Ramírez Orozco, que invade y ocupa Salta al mando de 6.500 soldados de élite, y amenaza con proseguir rápidamente hacia Tucumán. Güemes despacha a Carmencita que está embarazada de 7 meses de su tercer hijo, rumbo al Chamical, pero como el enemigo avanza rápidamente sobre este punto, es enviado Francisco Velarde, hermano de la madre de Carmen, para guiarla junto con la mama Gabriela hasta “Los Sauces”. Es un angustioso escape a caballo, perseguidas por el enemigo, trepando y descendiendo cuestas, con los pequeños hijos de Güemes, Martín, de 3 años, y Luis, de menos de un año, a quien carga su joven madre embarazada, a caballo.

A poco de llegar Carmen a Los Sauces, Güemes le hace llegar de urgencia la indicación que se retire a La Candelaria, más hacia Tucumán, pues el enemigo está marchando hacia el sur. Es entonces cuando, el 9 de junio de 1820, guemesCarmen le escribe a su amado la única carta a Güemes que le conocemos. Esa sola carta basta para testimoniar quién era Carmencita Puch de Güemes. ¡Hay tanto amor de esposa, de madre, tanta ternura, tanta aflicción y al mismo tiempo tanta valentía de patriota avezada, que maneja los tiempos, los términos, las tácticas utilizadas! La carta de Carmen es digna de figurar en una antología del amor y de la lucha patria. Se estruja el corazón saber que tan sólo un año después, el 7 de junio de 1821, herirían de muerte a su amado y, con él, a la lucha americana.

Escribe: Lic. David Slodky

ARTICULOGUEMES

David Slodky es Lic. en Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, profesión que ejerce privadamente. Fue docente de las Universidades Nacionales de Córdoba y de Salta y Director de la Carrera de Ciencias de la Educación de la UNSa.

Es académico de Número de la Institución Académica Güemesiana “La Senda Gloriosa de la Patria”. Ha publicado “Las fronteras”, “Carmen Puch de Güemes. Al encuentro de la heroína”, “Travesía“, “Tres relatos bíblicos y otros cuentos”, “Parpadeos (minificciones)”; además de ensayos, cuentos y relatos en distintos medios gráficos y virtuales del país, España, Venezuela y EEUU.

Su “Romancero de Güemes” sobre el “Güemes” de Julio César Luzzatto, lleva ya 20 años ininterrumpidos de presentación en Teatros, Instituciones y Colegios de la Ciudad de Salta.