“El ejercicio de la profesión se vio impactado por el avance tecnológico y la globalización”

 

Cr. Manuel Pérez, expresidente del CPCES desde 1991 a 1994

¿Qué mirada  tiene  sobre cómo se fue modificando la profesión  desde que comenzó a ejercerla hasta la actualidad?

Como Contador en ejercicio de la profesión y docente, puedo observarla desde el punto de vista de las competencias necesarias para la formación del profesional y también con una mirada sobre el ejercicio profesional propiamente dicho.

En el primer caso, considero que la formación  curricular  del  profesional  en las universidades no tuvo un adecuado acompañamiento a los requerimientos que el medio fue estableciendo; ya sea desde el punto de vista de los contenidos, como los metodológicos utilizados en los procesos de enseñanza. Ello sumado a un proceso de cuasi masificación en los mismos, que provocaron un deterioro cualitativo en la formación de grado del profesional egresado.

En lo que respecta al ejercicio profesional propiamente dicho, se vio fuertemente impactado con el avance tecnológico y la globalización que le produjeron un cambio significativo, que estuvo  determinado  principalmente por la utilización de nuevas herramientas y que condicionaron el desarrollo de nuestra  actividad.  Así  evolucionamos de la materialidad del “papel” como soporte  informativo, a la virtualidad de la “nube” como ámbito de trabajo, conviviendo extranjeros, nativos e inmigrantes desde el punto de vista informático.

¿Cuál es el rol que tiene un profesional de las Ciencias Económicas en la sociedad actual? ¿Qué desafíos debería tener de cara a la misma?

No distinto al rol de cualquier profesional universitario, es decir, desarrollar la función que le corresponda con absoluta responsabilidad profesional.

Su condición de “profesional” no sólo deberá estar vinculada con los conocimientos o con el título habilitante, sino también con un compromiso ético, social y de excelencia en el desarrollo de sus actividades laborales.

Sus desafíos desde el punto de vista profesional debieran tener como horizonte el mantenimiento de las condiciones descriptas para un ejercicio profesional pleno, que en gran medida deberán estar relacionados con los esfuerzos que requiere una capacitación y actualización permanentes.

¿Qué gran desafío  recuerda  que asumió durante su presidencia en el Consejo?

El principal, desde mi punto de vista, fue haber desarrollado una conducción democrática con un Consejo Directivo integrado por un grupo de colegas entre los que se encontraban cinco expresidentes, lo que sin dudas facilitó y enriqueció la conducción de la institución durante toda mi gestión.

Por su importancia y trascendencia no podría dejar de mencionar la decisión tomada, en consonancia con una corriente nacional desregulatoria de la economía, para derogar la Ley de Aran- celes existente en ese momento, que traía aparejada una tremenda incertidumbre a la financiación necesaria para el funcionamiento del Consejo Profesional y que el transcurso del tiempo se encargó de demostrar lo acertado y pertinente de la decisión adoptada.

A lo mencionado, también podría agregarle la iniciación de un Programa de Educación   Continuada,   que   además de capacitar y actualizar a los matriculados, intentaba formar una base de expositores locales para el dictado de esos cursos que se mantienen hasta el presente.

¿Qué apreciación  tiene  del rol del Consejo en la actualidad y qué opinión tiene de sus servicios?

Muy importante. El deterioro en la formación de grado del profesional mencionado en mi primer respuesta, en gran medida fue REVISTA_julio7superado por el rol desempeñando por los consejos profesionales y principalmente por la FACPCE y el CECYT, que se constituyeron en principales fuentes generadoras para la emisión de un marco normativo regulatorio de nuestra actividad profesional y para la capacitación de los profesionales en la aplicación de las mismas.

Respecto de los servicios que presta nuestro Consejo, siempre se caracterizaron por una atención distinguida por parte de su personal y fue acompañando la evolución de los tiempos con la incorporación de servicios profesionales, sociales, previsionales, culturales y deportivos.

En lo relacionado a su actividad específica, la generosa estructura edilicia ya alcanzada, debiera permitir una nueva mirada sobre su política arancelaria, poniéndola en consonancia con la de otros consejos del país, especialmente de la región; tratando de encontrar una distribución más equitativa para financiar su funcionamiento, más allá de la pertenencia del matriculado al sector público o privado donde desarrolla su actividad.

¿Cuáles considera  que  deberían  ser los próximos desafíos a asumir por las autoridades de la institución?

Es indiscutible que en los últimos años se ha producido una formidable transferencia de responsabilidades inherentes a la administración del Estado a los contribuyentes y por carácter transitivo a nuestra profesión; una verdadera por las conducciones de nuestro Consejo, debería estar presente una permanente búsqueda de medios de comunicación con los distintos factores de poder, sobre temas que corresponden a nuestra incumbencia profesional.

En ese marco, lograr una adecuada consideración legislativa para el “trabajador autónomo”, lugar que ocupamos muchos profesionales universitarios, tratando de sacarnos de esa condición de ciudadano de segunda desde el punto de vista social, previsional y tributario en la que se encuentra inmerso   desde   hace mucho tiempo y que podría   ser   asumido como  un  verdadero desafío   para   encararlo conjuntamente con todas las profesiones universitarias de nuestro país.

¿Cómo ve la economía del país en la actualidad?

Con   mucha   expectativa  y  con la  esperanza  de haber iniciado un verdadero proceso de normalización en algunas variables económicas, que le otorguen algún grado de permanencia y estabilidad a políticas de estado que vayan más allá de los respectivos gobiernos de turno.

Nuestra condición de contemporáneos, nos impide apreciar aún la magnitud de la oportunidad perdida por los argentinos en los últimos tiempos, para convertirnos en un país más previsible e integrado al mundo; con un desarrollo económico y social verdaderamente inclusivo y sustentable, que permita una razonable y adecuada distribución de la riqueza que produce y equiparable a la de otros países que con menos recursos lograron mejores resultados.