Valor Agregado del Profesional

Escribe: Lic. Victoria Aparicio
Ser profesional no es tener un título. Ser profesional es saber qué estás haciendo. Los títulos universitarios son necesarios, pero en el mundo moderno, un título no significa automáticamente que estés preparado para tener éxito profesional.
Año a año, muchos estudiantes salen de las universidades con la esperanza de tener una vida profesional plena y de calidad. Para ello, el título universitario se ha convertido en un requisito que muchas empresas solicitan, pero… ¿cuál es el verdadero valor de un título universitario? ¿El título realmente demuestra los conocimientos de la persona? ¿Asegura la calidad del trabajador en la empresa?
En principio un título debería garantizar que el profesional cuenta con una educación integral y que está preparado para el desarrollo de su profesión y desempeño de los trabajos a realizar en la empresa o para un particular que lo contrata. Por otro lado, no contar con un título universitario no significa que la persona carece de mérito o de conocimientos para poder desarrollar tareas con profesionalismo y excelencia.
Hay personas realmente talentosas que han triunfado, sin la necesidad de un título o inclusive, una carrera profesional; sin embargo, no tenerlo no garantiza que se tenga éxito en la vida, mientras que tenerlo, no garantiza que se sea un profesional de calidad, los títulos en sí, simplemente demuestran  que el profesional cuenta con algunas capacidades por encima del promedio.
El título universitario garantiza que se ha cerrado un ciclo estudiantil, dando lugar a un nuevo profesional que deberá (“debería”) ser capaz de comprometerse con la empresa o institución que lo contrate.
La obtención de un título universitario demuestra que el estudiante está académica mente capacitado. Sería absurdo pensar que una formación académica garantiza la calidad del trabajador. Esta  depende de cualidades, que no son académicas tales como la organización, el compromiso, la mejora continua, la perseverancia y seriedad con que desempeñe su labor. Es decir, siendo profesionales en lo que hacemos. Como profesionales universitarios tenemos un compromiso con el país, con la sociedad y con la institución que regula su ejercicio.
Contar con un título profesional no nos garantiza éxito en la vida, pero sin duda, abre las puertas para tener mayores oportunidades.
Cualidades para agregar valor a la profesión:

Compromiso. Ir más allá de lo encomendado, el compromiso nace del interior y aporta un extra que conduce a la excelencia. Es decir, poner sobre la mesa todas nuestras capacidades y hacer más de lo esperado. Aclaremos, compromiso no con el objetivo de complacer a los demás, porque esto podría llevar a una desilusión, si el otro (empresa o particular contratante) no reconoce este compromiso; sino con uno mismo para realizar un trabajo con profesionalismo, que a largo plazo será un diferenciador.

Actitud positiva ante la vida. Siempre hay motivos para agradecer, sean cuales sean nuestras circunstancias, ver a las dificultades como oportunidades de mejora. Siempre hay solución y si no hay, se la inventa. La negatividad no tiene porqué ser contagiada a los demás.

Inteligencia Emocional. Un profesional sabe que su vida personal y su vida profesional van por vías separadas. Esto nos llevará a estar contentos y disfrutar de ambas partes. Para conservar esta cualidad, organizarse con los horarios es clave.

Formación. Buscar nuevos conocimientos, estar informado, leer, leer y leer; la lectura permitirá dominar un lenguaje profesional y apropiado. Continuar con la formación aprendiendo es una actitud positiva que conlleva crecimiento, aportando a los demás o a uno mismo.

Ser uno mismo. Esto no quiere decir excusarse diciendo “yo soy así”. Una persona debe crecer, capitalizar sus fortalezas y superar sus debilidades. Estas son cualidades que no se enseñan en la universidad, pero que agregan gran valor a nuestro perfil profesional.
Si la obtención de un título se realiza con gran esfuerzo y calidad, no sólo se garantiza un acceso al ámbito laboral, sino que también se garantiza el desarrollo profesional.