Servicios Financieros en Internet Las Fintech

Escribe: Lic. Gonzalo Martínez
La tecnología avanza a pasos agigantados y las innovaciones se empiezan a dar en los ámbitos más tradicionales.
Así, el sector bancario empieza a sentir la llegada de nuevos actores y los profesionales en Ciencias Económicas debemos acostumbrarnos a este nuevo término: “Fintech”.
Se trata de un juego de palabras para nombrar las empresas que combinan finanzas y tecnología (en inglés: “finance” y “technology”).
Las grandes compañías tradicionales de servicios financieros no son todo lo ágiles que las personas y las empresas necesitan. Las Fintech son por lo general starups que prestan los más diversos tipos de servicios financieros a través de la tecnología con la ventaja de que son más eficientes y menos costosos que los tradicionales bancos además de ser mucho más accesibles para emprendedores, personas sin trayectoria bancaria y para cualquier persona en general.
Sólo pensar en poder solicitar un crédito o abrir una cuenta bancaria desde una computadora o celular, evitar toda la burocracia y pérdida de tiempo que conlleva ir a una sucursal bancaria ya seduce a cualquiera. Y si nos paramos en la vereda de las instituciones financieras tenemos que pensar en los ahorros que significa prescindir de toda la infraestructura  de  una  sucursal, salarios y costos asociados a la operatoria diaria; los costos de las operaciones realmente se reducen y los márgenes de ganancias se ensanchan.
Pero, ¿qué servicios prestan las Fintech? Uno podría pensar inmediatamente en préstamos personales, pero ese es solamente el principio de un sinfín de posibilidades. Las Fintech prestan, entre otros servicios, los siguientes:

  • Banca móvil.
  • Billetera electrónica.
  • Crowdfunding: financiamiento colectivo.
  • Monedas digitales: como el popular BITCOIN.
  • Mercado de divisas.
  • Gestión del riesgo.
  • Pagos y transferencias.
  • Seguros.
  • Desarrollo de sistemas de seguridad financiera.
  • Servicios de asesoramiento financiero online.
  • Trading y mercado de capital.

En Argentina estas empresas ya empezaron a hacer ruido. Tenemos en nuestro país dos casos emblemáticos que podemos mencionar.
Wanap es el primer banco 100% digital, sin sucursales. Es un proyecto del empresario Eduardo Eurnekián y Guillermo Francos y luego de superar varias instancias dentro del Banco Central se espera que empiece a funcionar a finales de 2017. Comenzará con un capital de U$S 10 millones esperando alcanzar los U$S 1.000 millones en depósitos en un año con base en 50.000 clientes.
El segundo caso viene de la mano del gigante tecnológico Mercado Libre. La empresa más grande de nuestro país, luego de intervenir en las Fintech con Mercado Pago (facilidades de pago), lanzó Mercado Créditos bajo el lema de “préstamos para potenciar la inclusión financiera” y con la convicción de querer “democratizar el crédito”. Brindan préstamos a usuarios de Mercado Libre (en principio) “a dos clicks”, cobrando una tasa de interés y ningún otro costo financiero adicional.   Los usuarios ya cuentan con su análisis crediticio por su trayectoria como usuarios de Mercado Libre y no deberán llenar ningún papel. Actualmente, otorgan préstamos por hasta $800.000.
Los grandes bancos tradicionales piden al Banco Central que regule las actividades de estos nuevos actores ya que entienden que se trata de una competencia desleal: no tienen que cumplir con el encaje ni pagar costos que le genera estar bajo regulaciones del BCRA.
Para sorpresa de muchos, el Banco Central, lejos de hacer lugar al pedido de la banca tradicional, los alentó a poder participar de este nuevo nicho de mercado incipiente creando sus propios proyectos tecnológicos y  brindar  los  servicios  financieros que el mercado demanda. Esto se condice con las políticas instaladas por el gobierno para bancarizar al máximo la economía en nuestro país. Algunos bancos parecen adaptarse y dar señales de innovación como el BBVA Francés, Banco Industrial y Supervielle.
Las Fintech definitivamente son una tendencia que llegó para quedarse y a la cual debemos adaptarnos, apoyar e impulsar desde nuestra profesión. Como profesionales en Ciencias Económicas estas empresas vienen a brindar soluciones prácticas para nuestros clientes y para nuestras tareas diarias y ¿por qué no?, nos abren una ventana para realizar nuevos negocios.