Modelo de Gestión Tradicional Versus Modelo de Gestión del Conocimiento

Escribe: Jorge Alejandro López Truninger

El Modelo Tradicional de gestión  de las empresas descansa en la autoridad formal del gerente.

Se hace lo que dice el gerente, los que reciben la orden del gerente no opinan, son supervisados por éstos, son evaluados, y son sancionados si no cumplen con el objetivo establecido por la gerencia.

La gestión tradicional del gerente está basada en los conceptos mando y control, y es un tipo de gestión obsoleto para la actualidad. En este caso, la acción de controlar surge en forma transparente e inconsciente, es una forma de ser, que tiene como finalidad mostrar quien ejerce el control, lo que es muy diferente a cuando se controla en base a datos estadísticos, objetivos o con información gerencial de ingresos, egresos y resultados obtenidos de los registros contables y/o de los procesos productivos.

El Modelo Tradicional de gestión se trata de un Modelo Impositivo (impone), es coercitivo, descansa en el poder del miedo; se hace lo que dice el gerente y éste ejerce el control en forma automática, sin parámetros objetivos. Si hay algún desvío a criterio del gerente, se sanciona al controlado, inclusive hasta con el despido.

En el Modelo Tradicional de gestión existe  la relación gerente–capataz-operarios, en el que se consideran importantes las habilidades técnicas, donde se da la orden y se controla su cumplimiento.

Modelo de Gestión del Conocimiento

Con el avance de la tecnología, la realidad en las empresas y organizaciones fue cambiando; el trabajo manual del operario fue reemplazado por el “trabajador del conocimiento”.

En las empresas de servicios e industriales de la actualidad, y más en las que tienen “procesos complejos para la prestación de los servicios o en la elaboración de los productos para el caso de las industrias”, hay que destacar que la tarea individual del operario y sus habilidades técnicas, dejó de ser lo único determinante. Ya no es suficiente ser un muy buen técnico o un excelente profesional. Hoy un operario maneja equipos electrónicos sofisticados de alto costo, trabaja con insumos con especificaciones técnicas modernas. El  operario  de  las  plantas industriales tiene que hacerlo en coordinación y de manera adecuada respecto del resto de los subprocesos anteriores, posteriores y complementarios, ya que no se trata sólo de manejar una “simple pala”; o para el vendedor de despachar; o para el administrativo,  sumar  y  restar  porque a ese cálculo simple ya lo hacen los sistemas informáticos, hoy se debe aprender a usar eficientemente los sistemas  informáticos y la tecnología. Un operador de Call Center tiene la importancia de contactarse con el cliente, atender y escuchar todos los pedidos y reclamos, tarea imposible hoy para un gerente; por ello la importancia en la actualidad del “Trabajador del Conocimiento” por su impacto en los resultados de la empresa.

La  empresa requiere hoy de la activa participación y colaboración del “Trabajador del Conocimiento”, que además de realizar su tarea individual, técnica y profesional, es fundamental en las actividades de coordinación, comunicación, interacción; que además realice un trabajo reflexivo de aprendizaje (proceso de transformación de las tareas del operario, administrativo, vendedor, profesional y de los procesos).

En el sistema de gestión  Tradicional, el poder de decisión esta únicamente en el Jefe (capataz), en cambio en las organizaciones actuales para crecer, el trabajador del conocimiento participa de las decisiones, el poder se distribuye en un trabajo de equipo revisando los  procesos,  realizando  estudios  de tiempos y movimientos con información estadística, y acordando en equipo cómo será el proceso más óptimo, y más eficiente de acuerdo a los recursos con los que se dispone y los objetivos que se quieren y pueden alcanzar.

El poder se distribuye porque este trabajador del conocimiento sabe de su especialidad más que el Jefe, para resolver problemas a los cuales se los somete, por lo que se debate con criterio lo más conveniente para cada proceso y se aprueban y normatizan los mismos. No sólo se debe normatizar para que se cumpla lo que estipulan las normas regulatorias de la actividad y leyes vigentes, sino todo aquello que sea necesario para lograr una mayor coordinación, previsibilidad, eficiencia y mejores resultados.

Jorge Alejandro López Truninger es Licenciado en Administración de Empresas (UCASAL); Contador Público (UCASAL) y Magister en Administración de Empresas (Escuela de Negocios UCASAL). Tiene más de 40 años de experiencia laboral en el sector público y privado en cargos gerenciales, Directivos y como asesor.