“El rol del profesional en Ciencias Económicas es fundamental en la sociedad”

Cr. Narciso Ramón Gallo, ex presidente  del CPCES entre 1981 y 1983

¿Cómo se fue modificando la profesión desde que comenzó a ejercerla hasta la actualidad?

La organización institucional de nuestra

profesión comienza en el año 1945 con la creación de los Consejos Profesionales en Ciencias Económicas, organismos que crean en el año 1973 la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, esta referencia histórica es importante y tiene que ver con el dictado de las normas que rigen el ejercicio profesional. Antes de 1973 aplicábamos las normas dictadas por la Federación Argentina de Graduados en Ciencias Económicas, organismo integrado por los Colegios de Graduados en Ciencias Económicas, instituciones que no tenían y no tienen control directo sobre los colegas matriculados en los Consejos, en consecuencia, las normas de aplicación fueron difíciles de aplicar. A partir de 1973 la potestad del dictado de normas profesionales se reserva a la Federación de Consejos y el control directo de su aplicación por los profesionales matriculados a los Consejos de Ciencias Económicas respectivos. Este hecho fue, sin lugar a dudas, una significativa modificación en el ejercicio de nuestra profesión y jerarquizó la misma frente a la sociedad.

¿Cuál cree que es el rol que cumple un profesional  de las Ciencias Económicas en la sociedad actual? ¿Qué desafíos debería tener un profesional de cara a la misma?

El rol es fundamental, los profesionales

en Ciencias Económicas desempeñan funciones ejecutivas y de asesoramiento en los organismos públicos nacionales, provinciales y municipales, en las grandes y pequeñas empresas; auditan y  dictaminan  los  Estados  Contables de las compañías públicas y privadas, informando a la sociedad con opinión fundada sobre la situación patrimonial, económica  y  financiera  de  las    mismas, elementos básicos para la toma de decisiones; son además asesores y responsables del cumplimiento de las obligaciones en materia tributaria. En este tema, es muy importante destacar la actuación de nuestros profesionales en la creación y organización de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de Salta y la Facultad de Administración de la Universidad Católica de Salta y en el desempeño permanente en la docencia en todas las carreras vinculadas a nuestras profesión, siendo responsables directos en la formación de nuevos colegas. Frente a las obligaciones descriptas, el desafío mayor es la permanente capacitación que se adquiere realizando cursos de especialización, asistencia a Jornadas y Congresos organizados por las instituciones profesionales.

¿Qué experiencias  destaca de su paso por la presidencia del Consejo?

La  participación  activa  en  los  organismos de gobierno de nuestras instituciones profesionales es una fuente inagotable de experiencias, en mi caso particular,   fui   consejero,   presidente del Consejo Profesional, presidente del Colegio de Graduados y miembro de la Mesa Directiva de la FACPCE y durante muchos  años  pude  hacer  mi  modesto aporte y sumarme al esfuerzo que realizaron muchos colegas que trabaja- ron muy fuerte en la consolidación de nuestra institución. Recuerdo que en una oportunidad viajamos con mi gran amigo Roberto Dib Ashur a la ciudad de Córdoba y allí pudimos ver la organización del Consejo Profesional de esa ciudad, que ya era uno de los más importantes del país. Regresamos a Salta con algunas ideas, entre ellas el cobro de nuestros aranceles profesionales por intermedio del Consejo, reservando un pequeño porcentaje para nuestra institución, recuerdo también que algunos colegas no querían saber nada con el tema. Llegamos a un acuerdo, aplicamos el sistema y desde allí comenzó la organización de nuestro Consejo, pudimos comprar la casa de Avda. Belgrano, después la casa que denominamos Ábaco y durante mi presidencia compramos el terreno de calle España, lugar en el que se construyó el edificio que hoy es la sede principal de nuestra institución.

¿Cómo ve en la actualidad al Consejo Profesional? ¿Qué opinión  tiene  de sus servicios?

Nuestro Consejo es una institución muy consolidada y hoy es una de las más importante del país. Esta realidad es el resultado del trabajo realizado por to- dos los colegas que de una u otra forma han colaborado a través de los años y que merecen nuestro mejor reconocimiento. Los servicios que presta son realmente muy buenos.

¿Cuáles considera  que  deberían  ser los próximos desafíos a asumir por las autoridades de la institución?

Seguir  consolidando  lo  logrado,  continuar con la prestación de todos los servicios a su cargo y siempre dedicar los mejores esfuerzos a la formación y capacitación de nuestros profesionales. Hoy observamos que las instituciones de las otras profesiones también alcanzaron un grado muy importante de desarrollo y siempre he pensado que todas las profesiones tenemos una deuda pendiente con la sociedad en que estamos inmersos, especialmente con la cultura en general. Creo que ya es tiempo de pensar seriamente en constituir una entidad de 2do grado, integrada por las instituciones que rigen todas las profesiones, fijar un aporte por cada uno de los matriculados a cargo de las entidades integrantes y desde allí comenzar un nuevo y gran proyecto cuyo objetivo no tiene techo.

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¿Cómo ve la economía en la actualidad?

La aplicación de un modelo económico liberal ortodoxo, en un país emergente como el nuestro, no me parece el más adecuado. Este sistema aplicado por países muy desarrollados y poderosos, sin dudas, es para ellos altamente beneficioso. La eliminación de las retenciones reduce los recursos del Estado, que se traslada a los sectores más pu- dientes de la economía. La eliminación de los aranceles de importación van a destruir la incipiente industria nacional, porque aunque es posible que en un primer momento bajen los precios de los productos importados por efecto de las políticas de dumping que seguramente se van a aplicar, logrados los objetivos, volverán a subir los precios. Lo más grave de este sistema es que las empresas medianas y pequeñas al desaparecer generan  desocupación.  Los  despidos de empleados públicos, que también son graves, pueden ser suspendidos por una decisión de una autoridad estatal, mientras que los despidos privados son incontrolables. La política de endeuda- miento es de alto riesgo, al menos así lo indica la historia, y en política internacional pasamos de ser aplaudidos en las Naciones Unidas por delegados de 135 países, a ser aplaudidos por Paul Singer, que calificó a nuestro Presidente como el campeón del cambio de la economía argentina. El modelo de economía liberal ortodoxo en un país emergente es perverso y no es solidario.