Empresas B, la gestión del cambio

“Ser la mejor empresa para el mundo y no la mejor del mundo”, es una definición adecuada para comprender la nueva tendencia que surge en el mundo: la creación de las Empresas B, las que desde su nacimiento, más allá del beneficio económico, buscan responder a retos globales, sociales y ambientales, generando un impacto positivo a nivel global, privilegiando los intereses de sus grupos de interés y el medio ambiente.
Una Empresa B no está determinada por el rubro, el tamaño o la facturación: es una compañía comprometida a generar un cambio, que considera en sus decisiones a los consumidores, a los trabajadores, a la comunidad, a los inversores y al ambiente.
Las características principales de estas empresas son:
• Tienen un propósito público a través de una actividad que genera bienes y servicios que se colocan en el mercado.
• Priorizan las buenas prácticas con todos los stakeholders involucrados.
• Se someten a una evaluación ex- terna independiente, con puntaje, respecto de la sustentabilidad de la organización y no sólo de productos y procesos.
• Amplían el deber fiduciario en el estatuto, permitiendo que la gerencia pueda equilibrar intereses de largo plazo con los de corto plazo.
• Pertenecen a un nuevo sector económico que da el ejemplo sobre cómo se resuelven problemas colectivos al mismo tiempo que se satisfacen necesidades particulares.
• Generan comunidades de práctica y conexiones entre los actores.
Para diferenciarlas existe una certificación, extendida por la organización sin fines de lucro B Lab, que les entrega el título de B Corporations, un sello internacional que garantiza la visión sustentable. Esta ONg define los pasos y requerimientos específicos para optar por este camino, el que puede ser tomado por cualquier tipo de empresa que tenga la convicción de formar parte de esta comunidad. El Sistema B plantea un compromiso real, escrito en los estatutos de la compañía. Y debe renovarse cada dos años. El desafío plantea cambio e innovación, y también compromiso.
Esta nueva forma de concebir el éxito está dando sus primeros pasos en el país. No obstante, en el último tiempo se incrementó rápidamente el número de empresas dispuestas a certificarse. En 2011, sólo 3 países en el planeta tenían una B Corp y hoy existen 1.195 compañías certificadas en el mundo, de las cuales 128 están en Sudamérica, y en Argentina son 45 las empresas que ya forman parte de este ecosistema.
En cuanto a las formalidades legales de las empresas B, cualquier tipo de entidad puede postular a ser una, siempre y cuando cumpla con los requisitos que impone la certificación. Al ser aceptada, es necesario realizar modificaciones a los estatutos de la empresa, con el fin de proteger la misión corporativa y poder ir en la dirección deseada, buscando maximizar los impactos positivos en el entorno y también en el ámbito social.
Las B Corp representan una visión verdaderamente integral. Para Guillermo Schulmeier, co-fundador y CEO de Emprendia, una de las primeras compañías certificadas en Argentina, “cada acto tiene un impacto y hay que reducirlo al mínimo posible, y a su vez incrementar otros como la distribución y el cuidado del medio ambiente”.

“Ser la mejor empresa para el mundo y no la mejor del mundo”