La empresa viviente

De Geus, Arie
La empresa viviente
Segunda edición
Buenos Aires: Granica, 2010
303 pág.; 22 cm.

¿Cómo podemos asegurar que las empresas -verdaderos legados de nuestros desvelos económicos y sociales- prosperen a través de los siglos?
Muchas empresas no sobreviven a los cataclismos del cambio y la competencia en el largo plazo: el promedio de vida de una compañia multinacional está entre los 40 y 50 años.
Pero existen algunas pocas firmas que han resistido el embate de varios siglos. ¿Qué lecciones guardan escondidas para el resto de nosotros? En La empresa viviente, el autor enfoca su atención en identificar las características críticas de la longevidad de una organización.
Arie De Geus revela las claves del gerenciamiento que conduce a una larga y próspera vida de las organizaciones. Establece una nítida distinción entre las "compañías vivientes", cuyo propósito es realizar su potencial y perpetuarse como comunidades en marcha, y las "compañías económicas", que están en el mercado solamente para producir riqueza para un pequeño grupo de individuos. Muestra claramente que las compañías vivientes se  gerencian para sobrevivir y las compañías económicas lo hacen para obtener rentabilidad. Con casi 40 años de experiencia en la Royal Ducht/Shell, De Geus describe cómo llegó a explorar y entender las características especiales de las empresas vivientes. Entre un amplio abanico de factores importantes, las empresas duraderas tienen cuatro rasgos esenciales en común. Como mínimo, estas firmas son:

  • Sensibles a su entorno, con el fin de aprender y adaptarse.
  • Cohesivas, con un fuerte sentido de identidad.
  • Tolerantes con el pensamiento y la experimentación no convencionales.
  • Conservadoras en su política financiera, a fin de retener los recursos que permitan la flexibilidad.

La empresa viviente se dirige no solo a los ejecutivos de nivel alto y a quienes aspiran a ejercer posiciones de liderzgo, sino también a todos los que tratan de adaptarse a un turbulento ambiente de negocios. Solo sobrevivirán quienes estén empapados de los hábitos de una empresa viviente.