De la Filantropía a la Planificación

El Consejo Profesional de Ciencias Económicas organizó el mes pasado las Jornadas Nacionales de Responsabilidad y Balance Social. Aprovechando la oportunidad de contar con renombrados especialistas a nivel nacional y destacados empresarios locales, se reflejan a continuación diferentes opiniones sobre esta política que cada día aplican más compañías, instituciones intermedias y organismos estatales. Un nuevo ámbito de trabajo para los asesores profesionales de empresas.

>> Compromiso y fomento de la RS desde el Estado

Fomentar y aplicar Responsabilidad Social (RS) desde ámbitos oficiales contribuye al fortalecimiento de la sostenibilidad, la inclusión, la justicia y el desarrollo social para consolidar una sociedad con más integración y distribución de la riqueza.

Participar e influir positivamente en el entorno del que forman parte es el nuevo paradigma de empresas e instituciones que decidieron adoptar la Responsabilidad Social (RS) como una política que cada vez gana más espacio cuantitativo y cualitativo en las distintas organizaciones.

La Responsabilidad Social es un concepto amplio que está asociada a tres grandes dimensiones: la económica, la social y la ambiental. El Estado es parte fundamental de lo que los expertos llaman el “triángulo virtuoso de la RS”, entendiéndolo como la articulación entre este actor, la empresa y la sociedad civil. En un primer momento, la RS se abordaba casi exclusivamente desde el ámbito privado, como una contribución activa de las compañías al mejoramiento social, económico y ambiental. La subsecretaria de Responsabilidad Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Dra. Karina Yarochevski, explica que “las propuestas de Responsabilidad Social desde el Estado significan un nuevo salto cualitativo innovador en la gestión, que busca profundizar el compromiso de todos los sectores en la construcción de un futuro que nos incluya a todos”.

Pero la RS como concepto trascendió el ámbito empresarial como un modo de gestionar las organizaciones que está presente en muchos de los organismos públicos a nivel nacional. “Institucionalmente existen interesantes experiencias en la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Turismo de la Nación. Todos espacios con los que estamos articulando acciones para generar proyectos integrales”, destaca Yarochevski.

Para fomentar en las Pymes la aplicación de RS, desde el Estado se toma como uno de los ejes centrales la inclusión laboral. “En ese sentido, acompañamos en diversos procesos según los requerimientos de cada situación, y ello puede implicar instancias de capacitación y asistencia técnica. Desde la Subsecretaría buscamos acompañar el desarrollo de estrategias sustentables. Las Pymes conforman un sector fundamental con el que estamos empezando a dialogar fuertemente, ya que son las que generan el más alto porcentaje de empleo registrado”, asevera.

La funcionaria explica que se busca generar estrategias de inserción laboral, de puesta en marcha de ‘negocios inclusivos’ en la cadena de valor de las empresas privadas en el marco del comercio justo y el consumo responsable; de ‘compra pública sustentable’ a productos nacionales; de gestión de proyectos de desarrollo social junto a las empresas y organizaciones sociales; de promoción de inversiones que reduzcan el impacto ambiental y recuperación de los ambientes deteriorados y de comunicación y sensibilización social, para promover acciones socialmente responsables entre la ciudadanía en general.

La experiencia salteña: Ecosello

El caso de Salta a partir de la aplicación de Ecosello y la legislación del balance social representa una positiva experiencia que genera antecedentes que se podrían imitar. “La estrategia de gestión ecoeficiente encarada por la Provincia de Salta es una iniciativa muy importante ya que genera y busca agregar valor a los productos y servicios salteños. Es un ejemplo a tomar en cuenta como antecedente de la puesta en marcha de acciones de RS encaradas desde el sector estatal provincial, en articulación con el sector privado”, evalúa Yarochevski.

La funcionaria explica que “es así también el caso de la legislación de Balance Social, porque es un recurso fundamental para informar, medir y evaluar en forma clara, precisa y sistemática, tanto cuantitativa como cualitativamente, el resultado de la política de la empresa tanto en relación a lo social, como a lo ambiental”.

>> Aportar entre todos a una sociedad sustentable

“La Responsabilidad Social (RS) es mucho más abarcativa que la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), porque es un compromiso que debemos asumir entre todos”, expone la doctora en Derecho y especialista en la gerencia de instrumentos necesarios para la administración eficiente de recursos financieros, Alessandra Minnicelli, quien además, considera que la RS es la oportunidad de identificar nuestras principales carencias y problemáticas y de contribuir a resolverlas desde el lugar que nos toca actuar, realizando acciones socialmente responsables que pueden ser complementarias o convergentes entre sí.

Según Alessandra, “las empresas empiezan a trabajar la temática de la RS con acciones filantrópicas, destinando donaciones para distintos fines que ellos no controlan ni evalúan. Actualmente y de a poco, se está comenzando a diferenciar qué es RS y qué es filantropía. Así comienzan a reconocer de qué forma la actuación de la empresa u organización impacta en el entorno social y ambiental; quiénes son los grupos de interés con los que hay que vincularse, identificar sus actores e interlocutores, interactuar con el gobierno local y ver qué esperan de ellas”. Sin embargo, la especialista explica que para afrontar ese cambio hay que cambiar el enfoque en la organización, poniendo énfasis en planificar acciones de RS identificables con los objetivos de la empresa u organización.

“Conociendo las problemáticas de los grupos de interés y sus expectativas y entendiendo las problemáticas propias de la empresa resulta más fácil identificar temas a trabajar que pueden tener impacto positivo en la organización y en sus grupos de interés objetivo”, asegura.

Para Minnicelli, las Pymes son las que mayor conciencia tienen en sus acciones de RS alineadas al objeto de sus negocios. En este sentido, es interesante señalar que las empresas familiares serían, posiblemente, las que más acciones de RS realicen, aunque tienen mayor resistencia a sistematizar e informar su labor. “Las empresas familiares conocen su ‘ecosistema de Responsabilidad Social’ más que otras, a su personal, a sus proveedores, a sus grupos de interés. Quizás no saben que conforman su cadena de valor y suministros en términos de gestión de RS; pero es muy importante el trabajo que hacen”, apunta Alessandra.

La importancia de discutir los límites de cada organización en torno a la RS es un tema clave. “Si todos creemos que somos responsables de todos los problemas que existen en el mundo, será imposible realizar un trabajo coordinado, articulado y eficiente. Por eso, y reforzándose por esta nueva vinculación que hace el Estado Nacional con la temática, creo que ha llegado el momento de empezar a discutir en profundidad cuál es la meta y dónde debería aportar cada uno para alcanzarla”.

En este punto, es importante medir las acciones de RS para evaluar su eficacia en relación al cumplimiento de los objetivos planteados al momento de diseñar la acción. “Primero debemos ver si se ha cumplido el objetivo y luego si hubo desvíos que requieran rediseñar acciones. Hay que tener en cuenta que todas las acciones actúan sobre una realidad dinámica y cambiante y deben adaptarse a ella”, dice Alessandra.

En este sentido, también resulta importante la comunicación de las acciones de RS, como una práctica empresaria; “sirve por la transparencia y contribuye al buen gobierno corporativo”.

Abordar acciones de RS, genera innumerables ventajas a las empresas: “Tienen mayor cohesión interna y externa, fidelizan sus actores y generan empoderamiento colectivo de los logros.

Está demostrado que aquellas empresas que promueven determinadas acciones como respeto hacia sus empleados, hacia sus familias, al medioambiente, poseen prácticas de voluntariado, promueven talentos ó liderazgos internos; generan importantes activos intangibles que impactan directamente en su producción y generan valor en toda la organización”.

>> BANCO MACRO | Soledad García

1- ¿Cuánto tiempo hace que tienen implementadas políticas de RSE en la empresa?
Las políticas de Responsabilidad Corporativa de Banco Macro fueron asumidas desde el mismo momento en que comenzamos a operar en el sector financiero del país, aunque quizás en ese momento todas las políticas de Gobierno Corporativo y temas relacionados a valores, ética y transparencia no estaban enmarcadas bajo el paradigma que hoy reconocemos como RSE.
Gestionamos día a día un negocio rentable y sustentable entendiendo que no se trata de “hacer el bien” sino de “hacer las cosas bien” con toda la cadena de valor, empezando internamente por nuestros colaboradores, continuando con las relaciones éticas que tenemos con nuestros proveedores y clientes, y continuando con la inversión realizada en las comunidades donde estamos presentes.
En 2007, encarando nuevas acciones estratégicas de Responsabilidad Corporativa, incorporamos un área específica. El departamento, fue integrado dentro del Área de Relaciones Institucionales, dependiendo de forma directa del Directorio. Contar con el aval del Directorio y tener un contacto directo con los principales ejecutivos es un gran apoyo que permite impulsar y gestionar la RSE de forma transversal.

2- ¿En qué creen que se modificó la empresa a partir de tener programas de RSE?
La RSE siempre fue parte del ADN corporativo de Banco Macro e integrado de forma transversal en cada acción del negocio, por lo que las modificaciones no fueron abruptas ni disociadas de lo que se venia haciendo. Pero efectivamente, sí podemos identificar un cambio positivo desde el momento en que publicamos en 2007 el primer reporte o balance social de Macro, porque con esta herramienta, además de comunicar de una forma ordenada todo lo que veníamos realizando en la triple línea de resultados (gestión económica, social y ambiental), pudimos además medir y gestionar nuevas acciones de sustentabilidad en diferentes áreas del Banco, que a su vez se tradujo en la formación de equipos en mesas internas de capacitación como así también en comités de trabajo que permitieron formar nuevos proyectos que eran buenos para la sociedad y también para el Banco.
El área de RSE presenta a las diferentes gerencias del Banco las mejores prácticas de Sustentabilidad a nivel mundial y a nivel industria, y trabaja codo a codo con ellos para que puedan concretar nuevas acciones. Algunos ejemplos pueden ser los resúmenes en Braille, trabajado con el sector comercial del Banco, el circuito de recolección, donación y regeneración de chatarra electrónica, trabajado de forma asociada al área de tecnología, el de ahorro y reciclado de papel, elaborado con el área de administración, entre otros.

3- Tienen medido el rendimiento de las RSE con indicadores que se reflejen en la rentabilidad?
Todos los programas de RSE están basados en indicadores cuantitativos y cualitativos. Para cada proyecto identificamos una línea de base, que nos permite tener una foto de la situación actual, para luego poder medir y comparar los resultados de cada acción.
Así podemos tener números que nos permiten seguir legitimando el accionar diario de lo que hacemos. Un buen ejemplo son los resultados obtenidos desde la puesta en marcha del “Plan de ahorro de energía” el cual se trabajó desde una fase operativa relacionada al recambio de determinados artefactos eléctricos y temas más técnicos, pero sin descuidar otra parte fundamental del cambio: los 8.600 colaboradores usamos las computadoras basados en la concientización (uso y apagado correcto de los equipos, adecuada utilización de la iluminación de los lugares comunes, etc.). Todo este proyecto se tradujo en el ahorro de 428.7 Toneladas de CO2 (cifra que necesitábamos identificar para comenzar con la medición de nuestra Huella de carbono institucional) y a su vez hubo un ahorro de 1.187 MM de pesos.

4- ¿Por qué un empresario salteño debería implementar políticas de RSE?
Porque la RSE bien aplicada no es otra cosa que la mejora de la competitividad empresarial y el acercamiento a una nueva concepción de negocios, que antes no teníamos en cuenta. El empresario salteño tiene que comprender en primer lugar que si la comunidad y la economía local crece y se desarrolla, sus ingresos también van a crecer. Por eso es imprescindible pensar en el largo plazo, y solo las acciones sustentables son las que resisten los avatares del tiempo y se pueden proyectar.
Debemos entender además que cada uno de los aportes que plantea la RSE favorecerá indefectiblemente a su empresa. Por ejemplo, reducir impactos ambientales, se traducirá en un ahorro de los costos y en un aumento de la reputación de su empresa, indistintamente de su tamaño; porque las buenas relaciones que mantenga con la comunidad donde opera y el diálogo con los diferentes grupos de interés, se traducirá en la mitigación y reducción de riesgos, y porque mejorar la gestión interna de RRHH se reflejará en el desarrollo del capital humano de su equipo.

>> TELEFERICO SALTA | Martín Miranda

Desde hace muchos años implementamos acciones tendientes a contribuir al bien común pero, es a partir del año 2011, que empiezan a realizarse acciones institucionales mucho más concretas y enmarcadas en un plan de Responsabilidad Social Empresaria. Algunos de los Programas que hoy se emprenden son Conociendo Salta, articulado con la Municipalidad de Salta; Turistas por un día, en conjunto con la Secretaría de Deportes; Turismo Social; Pequeños Ciudadanos, con el Ministerio de Cultura y Turismo; Deportes en las Nubes; y Cuido mi Destino, junto a Lan, Lusal, el Gobierno provincial y municipal.

Como empresa, modificamos nuestra visión porque quienes administramos el destino de la institución, tomamos consciencia respecto de la contribución voluntaria y el mejoramiento hacia la sociedad que puede surgir a partir de pequeños y a la vez de grandes aportes que se desprenden de los servicios que hoy se prestan desde la empresa.

Se llevan estadísticas respecto de las actividades de cada programa, de manera que podemos medir y monitorear eficazmente el cumplimiento de lo que nos trazamos como objetivos anuales en materia de RSE. En cuanto a rendimiento entendemos que más importante que una rentabilidad específica obtenida a partir de acciones responsables; el eje está en la satisfacción de expectativas de los usuarios en general, las de los empleados y por ende las de la comunidad en la que nos desempeñamos.

Los empresarios salteños deben comenzar a implementar RSE, para contribuir al aporte de una sociedad mejor y más equitativa, como así también a la sinergia que debería establecerse entre Estado y sector privado. Debemos repensar el rol de la sociedad, sus empresas y organizaciones en la responsabilidad y el desarrollo sustentable de su ámbito de influencia (territorio y habitantes), articulando acciones para una mejor calidad de vida. En este nuevo concepto, el éxito de una organización pública o privada depende de varios factores: desempeño económico + desempeño ambiental + desempeño social + transparencia. En una empresa, no sólo importa cuánto gano, sino cómo lo gano. En el Estado, no sólo importa lo que hace sino para qué, por qué, por quienes y qué realidad transforma (impacto) con la implementación de sus acciones.

>> TEMET | Armando Galloni

En forma paulatina y creciente desde el 2006, llevamos adelante políticas de responsabilidad Social en la empresa.

Hemos certificado la primera etapa para obtener EcoSello y estamos transitando por la segunda. En este último tiempo, nos miran como empresa de referencia y pionera en el tema. Y en este punto es importante destacar que la RSE, no es solo medio ambiente, abarca muchos sectores más.

Estamos convencidos de los beneficios que esto nos trajo ya que se percibe la activa participación de los empleados, el emblema que significa para la compañía, el impacto positivo que tiene en el exterior, y fundamentalmente, la paz y tranquilidad hacia nosotros mismos que tenemos la responsabilidad de la conducción.

Como somos una Pyme, no medimos el rendimiento de la implementación de políticas de RSE monetariamente, solo en casos aislados. Visto fríamente, es solo un gasto adicional; para nosotros es realmente una inversión con mucho compromiso.

Estoy convencido que el empresario salteño de a poco se va a involucrar con las RSE. Es muy sencillo, tenemos que embarcarnos todos, ya que entre todos podemos hacerlo mas grande y mas fácil, no solamente llegando al interior de nuestra empresa, sino a nuestra comunidad. Entre todos se reparte mejor la carga.