Mensaje Institucional- Julio 2017

Estimados Colegas:

A lo largo de ediciones anteriores, hemos recorrido itinerarios de excelencia; responsabilidad social empresaria, regulaciones, etc; y siempre llegamos a un mismo punto, diagnóstico de los problemas que alteran la normalidad, abonando la irritación de los que cumplen, la indiferencia de los que tienen que controlar y derivando en indeseadas actitudes que pueden asociarse a irregularidades triviales, caminando muy al borde de la cornisa del engaño o la estafa. Y entonces nos preguntamos: ¿ Qué se hace?

Lo que están en regla tiene las mismas cargas, costos y dificultades, mientras que es vox populi que lo que eligen el camino sinuoso la pasan bien. Están también los que se refugian disfrazados de honorables empresarios pero no cumplen con las normas que dan al convivir el revalúo de la palabra ética.

Llegó la hora de hacer, es necesario un Acuerdo Compromiso, en el cual nuestro quehacer profesional colabore y hasta lidere la corrección de conductas equivocadas retornando el valor de la palabra y la ética, marcando, señalando, guiando y verificando la buena senda, que encamine la convivencia bajo normas sociales, procurando el bien común y vivir dignamente.

Para dinamizar el proyecto deben estar presente cuatro elementos interrelacionados, la ausencia de cualquiera hace ineficaz el proyecto.

Las personas. Para que un proyecto pueda regenerar actitudes tóxicas, es necesario que las personas se sientan responsables, que puedan y decidan ser protagonistas, si no quieren o no están sensibilizadas para sentirse aludidas no les interesará ser impulsoras del proyecto.

Las necesidades. Los actores del proyecto deberán descubrir las verdaderas necesidades, carencias y falencias que conviven día a día; y deben sentirse responsables de ayudar a los destinatarios, averiguando reales necesidades y  concomitantemente comprobar la corrección y superación de conductas equivocadas, cambiando actitudes y valorizando éxitos.

La necesidad de detectar los destinatarios no es fácil, viven en esa situación por comodidad o abandono, y nadie les ha enseñado o guiado para solucionar sus necesidades. Además, se deberá enfrentar espacios donde prima el ventajero, el tramposo o inescrupuloso; bombardeo que llega aveces por la TV basura.

La valorización y atención que exige cada necesidad variará a lo largo del itinerario, pero siempre permanecerá constante la dedicación, atención y sensibilidad ante las necesidades de los destinatarios.

Las finalidades. Responder a nuestra actualidad de la que nos quejamos a diario, para lograr conductas de convivencia sanas y responsables que alejen la droga, el alcohol, el robo, el fraude, recuperando virtudes, actitudes y valores que pongan en valor la convivencia.

Las estructuras. Es fundamental hacer con la participación de profesionales comprometidos; con normas simples y realizables que aviven el deseo de cumplir porque ven y valorizan logros y mejoras, con patrones que quieran mejorar su convivencia y por ende su producción y rendimiento con efectiva participación de los destinatarios. Se debe comprometer e interesar a quienes tienen recursos, poder, decisión  de valorizar el bien común sobre el caos, para salir de la protesta vacía e inútil.

Es necesario comenzar por parientes y amigos y extenderlo a vecinos, conciudadanos y conocidos. Estoy convencido de que podemos vivir mejor, con la esperanza de superación.

Cr. Marcelo Alejandro Aguilera