Inversiones en Contextos Inflacionarios

Si en una economía tenemos una manzana y un billete de $ 10, la manzana tendrá un precio de 10 pesos máximo. Si tuviésemos un billete de $ 20, entonces la manzana tendría un precio de 20 pesos. Como vemos, el precio de la manzana responde a la cantidad de dinero de la economía. La única manera que la manzana mantenga el precio de $ 10 habiendo $ 20 en la economía es que haya DOS manzanas. Mientras más dinero se imprime, más se traslada a precios si no existe un incremento significativo de la capacidad de producción vía inversión o un incremento en la demanda de dinero.

Con el dólar funciona de manera similar. Más allá de las oscilaciones del tipo real de cambio, el incremento en el circulante pone presión sobre el dólar, y alimenta las expectativas inflacionarias. Desde Enero de 2002 hasta Setiembre de 2013 el incremento de precios agregado real (estimado con índices alternativos al Indec) es de alrededor de 740%. Es decir que para que el precio del dólar se encontrase en los mismos niveles que en el 1 a 1 (que ya se encontraba subvaluado) ahora debiera valer ar$ 7,40 (sin considerar la inflación de Estados Unidos por un lado, pero tampoco la presión por salida de capitales y déficit energético por el otro). Por otro lado el nivel de reservas del Banco Central es de uSs 34,247 millones al 18/10, mientras que la emisión de dinero (base monetaria) es de ar$ 335,247 millones, lo que arroja un tipo de cambio de conversión de ar$ 9,79 por dólar.

¿Qué alternativas existen?
Dada las restricciones de acceso al mercado cambiario, el inconveniente que se le presenta a inversores y ahorristas y a los profesionales de ciencias económicas que los asesoran es la dificultad de encontrar inversiones que le permitan mantener el poder adquisitivo del dinero.

Supuestamente no existirían oportunidades de inversión que permitan al ahorrista protegerse contra la inflación, ya que las tasas de interés de los plazos fijos no alcanzan a compensar la pérdida de poder adquisitivo por la inflación (tasa badlar promedio anual 10,56% desde 2003 hasta ahora).

Sin embargo, las acciones pueden representar derechos sobre activos reales. En el siguiente gráfico podemos observar la evolución del índice de inflación y del índice de precios de acciones acumulados a 2013 con base diciembre de 2002.

Grafico

Del gráfico podemos observar que en el histórico el valor promedio de las acciones se ha mantenido por encima del índice de precios real.

Esta simple inspección nos muestra que existen alternativas simples que merecen ser evaluadas a los efectos de diversificar las inversiones y mantener su poder adquisitivo. Obviamente que la inversión en acciones no es una inversión a corto plazo sino a mediano, y que requiere de flexibilidad en el plazo al momento de liquidarla para evitar vender con urgencia. Pero del propio gráfico observamos que aún con caídas, nunca ha perforado el piso de pérdidas con respecto a la inflación.

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